Jueves, 31 Julio 2025

Vivian Suter: de cornamentas krautrock a sudarios de lava

Nacida en Buenos Aires aunque nunca exhibió en el país, la artista es mundialmente conocida por sus enormes telones de abstracción lírica y geometría blanda.
Por Fernando García Miércoles, 23 de Julio 2025

 

¿Por qué escribir de Vivian Suter? No puede evitarse cierta sorpresa al fisgonear su obra representada de manera bastante rústica para el standard visual on line. Fotos de muy baja calidad en un web site de diseño era modem (vienen a la mente un ruido olvidado, el buscador Altavista, una dirección de correo de yahoo perdida, arqueología digital en fin) con piezas que podrían ubicarse en una tradición bastante asimilada a la abstracción lírica y la geometría blanda. Pero la mayor peculiaridad de Vivian, a quien el Palais de Tokyo de París le acaba de dedicar en 2025 la retrospectiva más grande de toda su carrera, está acaso en su biografía.

Una artista nacida en Buenos Aires en 1949 que nunca jamás exhibió en el país y que no puede considerarse argentina excepto por su partida de nacimiento (hasta con el apropiado por Italia Lucio Fontana hay más argumentos para repatriarlo). Se escribe de una artista suiza, entonces, cuya primera exposición se llamó Stampa 2 (no es un juego de palabras, se supone que es la segunda edición de una serie de exposiciones). Stampa era el nombre de una galería en Basel y la tapa del programa o catálogo deja ver, apenas, algo más sobre esta rareza argentina que es Suter.

 

01_1973_stampa.jpg

Afiche de la muestra Stampa 2 (1973).

 

Está la pintora muy joven y detrás un lienzo en blanco con una cornamenta de ciervo incrustada. De inmediato esta imagen a la que hay que escudriñar en la pantalla lleva a otra: la que iba impresa en el sobre de los discos que EMI editaba en Argentina (y después México) bajo la etiqueta Convivencia Sagrada. Se trataba de una serie que buscaba darle volumen comercial a la música menos comercial del sello. Así, entraban ahí tanto los primeros discos de Queen, como ediciones a ciegas de lo que ahora se llama krautrock, el excéntrico rock progresivo alemán. Y la tapa de Stampa 2 recuerda a la del álbum Jane III, que tenía algo de afiche de cine de terror. 

 

R-1590839-1623716659-7283.jpg

Tapa del álbum III (1974) del grupo de krautrock Jane. 

 

Las miniaturas que se dejan de ver de aquella muestra de Suter también tienen algo de eso, incluída una crucifixión realizada con partes de otra cornamenta. Es que al repasar la foto que podría ser una cubierta de rock alemán de los 70 se entiende que el nombre de la exposición es Hirsche (Venado) con un sugestivo subtítulo “zeichnungen, objekte, días, film”. Parece que hubo un error de tipeo y siguiendo este razonamiento Suter presentó en Stampa 2 una serie de “dibujos, objetos, diapositivas y filmes”

Pero sin ningún vínculo aparente con Argentina, Suter siguió la línea de crucifixiones desviadas iniciada por León Ferrari con La civilización occidental y cristiana en 1965. Apenas un indicio estilométrico de su nebulosa procedencia argentina (¿un rasgo posible para definir al arte argentino estaría en la iconoclasia cristiana?). Pero esa Suter de pelo lacio que parece apropiarse del arte decorativo y la taxidermia centroeuropea se borronea pocos años después. 

 

04_1973_stampa.jpg

Obra de Vivian Suter en la muestra Stampa 2 (1973).

 

En 1982, Suter emprendió un viaje por Canadá, Estados Unidos y Centroamérica (nada la hizo aproximarse a su lugar de nacimiento al parecer) en el que adoptó a la ciudad guatemalteca de Panajachel como su nuevo hogar y centro de su estética. La diferencia con la elegante Basel no podría ser mayor. Alejada de cualquier centro de arte, a orillas del lago Atitlán, Suter se dejó ir, estableciendo su nuevo taller en la punta de un camino empinado con vista al lago y los volcanes que lo rodean. El entorno contagió por entero su impronta. Suter parece haber pintado con lava modificada los enormes telones (como sudarios) que colgaron como en una producción de arte indígena en la Bienal de San Pablo de 2014, donde también exhibió Mira Schendel, artista que hizo el camino contrario: suiza nacionalizada brasileña. 

 04_2014_31_bienal_de_sao_paulo-2.jpg

Obras de Vivian Suter en la Bienal de San Pablo (2014).

 

Schendel tiene una iconografía característica y se ha integrado a la escena contemporánea desde Brasil, de Suter no sabemos si quedarnos con su partida de nacimiento argentina, ese catálogo que abre un abismo insoluble sobre una artista-hechicera de Basel o con la vista desde su taller en las alturas de Panajachel, lo que podría considerarse su período guatemalteco o centroamericano. O volcánico. Pura piel de lava.    

 

 

 

 

 

LOGO FOOTER

Contacto: info@elojodelarte.com
elojodelarte.com ® Una plataforma de LittleBull Prod. © 2025 Todos los derechos reservados.

Este sitio cuenta con el auspicio de Buenos Aires Ciudad

Este sitio fue declarado de interés cultural por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación y la Legislatura Porteña

Alpha
darkmode