Figura clave en la vanguardia rosarina de los sesenta, su instalación construye un equilibrio precario, como el social, con tensiones donde la forma abstracta propone lecturas políticas.
Su uso provocativo del color consolidó el lenguaje plástico moderno y alcanzó la belleza máxima al independizar las tonalidades cromáticas de la tiranía de la forma.
El pintor letón-estadounidense revolucionó el expresionismo abstracto al convertir sus monumentales campos de color en espejos de la emoción humana más íntima.
El fotomontaje de artistas de los 90 no registra una época, sino que construye un mundo. No es un encadenamiento de fotos, es un acto performativo que instituye una existencia donde antes no la había.
Más allá del evidente espíritu lúdico y surrealista, se observa una notable impronta formal en la escultura del dandy entrerriano, y la preocupación intrínseca del artista por la geometría y el espacio.
Figura clave de Tucumán Arde, el artista santafecino llevó su búsqueda estética al límite en 1967, en una obra en la que coinciden geometría abstracta, juegos perceptivos y resonancias políticas.
Cronista implacable de dos guerras mundiales, plasmó en su obra los horrores bélicos y la crudeza de la condición humana. Un legado clave para entender el arte alemán del siglo XX.
Fue el artista más destacado de su generación y uno de los más influyentes del siglo XX. Su estilo neoexpresionista engendrado en las calles y el ‘under’ neoyorquino lo catapultó a la fama mundial.
La mezcla de grabado y pintura sobre cuero de vaca impone una iconografía heterogénea, en la que la simbología nacional y americana es tergiversada y desgarrada.