Pieza fundamental del patrimonio escultórico porteño, la obra de mármol de Carrara esculpida en 1910, estuvo marcada por múltiples traslados y una lucha constante por su preservación.
El proyecto de intervenir las fachadas de una zona del barrio de Barracas, impulsado por el artista Marino Santa María, es uno de los paisajes urbanos más escondidos de la Ciudad de Buenos Aires.
Puerta de entrada al barrio de La Boca, fue donado por Uruguay al cumplirse 400 años de la fundación de la ciudad de Buenos Aires. Representa un navío y la unión de los pueblos rioplatenses.