A una hora de Auckland se encuentra este predio de cuatrocientas hectáreas sobre la costa del Mar de Tasmania. Decenas de esculturas y obras de gran escala conviven con paisajes de naturaleza extrema.
Mundialmente conocido por sus instalaciones de land art en la que conviven materiales de la naturaleza y el paso del tiempo, el artista británico manipula piedras, hielo, hojas, barro y ramas para dar forma a creaciones fugaces de extrema belleza.
El mapa de la ciudad californiana está marcado por infinidad de esculturas en el espacio público. Cinco de las más llamativas llevan las firmas de artistas como Goldsworthy, Haring, Villareal, Deutsch y Oldenburg & Van Bruggen.